El histórico concierto de Dire Straits en Barcelona: un repaso a la última gira mundial de la banda

19.07.2024

El 4 de octubre de 1992, Dire Straits ofreció un concierto memorable en el Palau Sant Jordi de Barcelona, uno de los momentos culminantes de su última gira mundial. Este evento, junto con las fechas previas en la misma ciudad, marcó un punto crucial en la trayectoria de la banda. En este artículo, exploraremos los aspectos más destacados de ese concierto y su relevancia histórica.

Contexto histórico del concierto

El concierto del 4 de octubre de 1992 fue parte de la gira On Every Street, la última gira mundial de Dire Straits antes de su disolución en 1995. Este tour representó el final de una era para la banda, ofreciendo a los seguidores una de las últimas oportunidades para ver a Dire Straits en directo en su formato completo.

La gira promovía el álbum On Every Street, el último de estudio de la banda. Aunque no alcanzó el éxito de su predecesor Brothers in Arms, el álbum fue bien recibido y permitió a los seguidores experimentar nuevas canciones junto con los clásicos en un entorno en vivo.

El Palau Sant Jordi, con su capacidad para aproximadamente 17,000 personas, fue el escenario de tres conciertos en Barcelona, demostrando la continua popularidad de Dire Straits en Europa. Cada una de las noches atrajo a una audiencia cercana a su capacidad total, sumando alrededor de 51,000 asistentes para las tres fechas.

Setlist y duración del concierto

El setlist del concierto del 4 de octubre incluyó una mezcla de temas nuevos y clásicos de Dire Straits. Las canciones interpretadas fueron:

  1. Calling Elvis
  2. Walk of Life
  3. Heavy Fuel
  4. Romeo and Juliet
  5. The Bug
  6. Private Investigations
  7. Sultans of Swing
  8. Fade to Black
  9. Your Latest Trick
  10. On Every Street
  11. Two Young Lovers
  12. Telegraph Road
  13. Money for Nothing
  14. Brothers in Arms

Bis: 

     15.   Solid Rock

     16.   Wild Theme (canción de Mark Knopfler)

La duración promedio de los conciertos de esta gira era de entre 2 horas y 15 minutos y 2 horas y 30 minutos, proporcionando un espectáculo completo y variado para los oyentes.

Producción y equipamiento técnico

El escenario del concierto era grande y rectangular, diseñado para ofrecer una vista amplia desde todos los ángulos del recinto. Incluía varias plataformas y pantallas de video grandes que mostraban imágenes en directo y visuales relacionados con las canciones.

El espectáculo contó con un sofisticado sistema de iluminación que incluía luces móviles, efectos de láser y proyecciones. La iluminación y los efectos visuales estaban sincronizados con la música para crear un ambiente dinámico y atractivo.

Se utilizó un sistema de sonido de alta calidad para garantizar una acústica clara y potente. Mark Knopfler utilizó guitarras como su Fender Stratocaster, mientras que el equipo de sonido y los monitores permitieron una experiencia auditiva óptima para todos los asistentes.

Reacciones del público y críticas

El público mostró un gran entusiasmo durante el concierto, con ovaciones y vitoreos para las interpretaciones de los clásicos de Dire Straits. La banda logró conectar con el público, creando un ambiente vibrante y lleno de energía.

Las interpretaciones de éxitos como Sultans of Swing y Money for Nothing fueron especialmente bien recibidas. Aunque el material nuevo del álbum On Every Street fue menos conocido, también recibió una respuesta positiva.

Críticas de medios locales como El Periódico y La Vanguardia destacaron la calidad técnica del espectáculo y la habilidad de Mark Knopfler como guitarrista. La producción visual y la interacción con el público fueron elogiadas, con una recepción general positiva tanto de críticos como de asistentes.

Anécdotas y experiencias del concierto

Los asistentes recordaron el concierto como una experiencia emocionante y memorable, valorando la oportunidad de ver a Dire Straits en una de sus últimas giras. La energía del público y la calidad del espectáculo dejaron una impresión duradera.

Como con muchas giras de gran escala, hubo desafíos técnicos relacionados con el sonido y la iluminación. Sin embargo, el equipo técnico resolvió rápidamente cualquier inconveniente, asegurando que el espectáculo se desarrollara sin problemas significativos.

El concierto tuvo un impacto significativo en Barcelona, atrayendo a seguidores de toda España y otros países. Fue uno de los eventos musicales destacados en la ciudad durante la década de los 90, consolidando su reputación como un importante destino para grandes conciertos.

La reflexión de Mark Knopfler

En una entrevista reciente, Mark Knopfler reveló que, a pesar de su éxito, todavía no se considera un cantante en el sentido tradicional. Explicó que, aunque se ha sentido cómodo como vocalista a lo largo de los años, su autoimagen como cantante es una evolución personal. Knopfler se inspiró en leyendas del blues y del folk, como Bob Dylan, para encontrar su propio estilo vocal.

El concierto de Dire Straits en el Palau Sant Jordi de Barcelona el 4 de octubre de 1992 fue un hito en la historia de la banda. Como parte de la última gira mundial de Dire Straits, el evento ofreció una mezcla de clásicos y nuevo material, destacando la habilidad técnica y la conexión emocional de la banda con su público. A pesar de los desafíos y problemas técnicos menores, el espectáculo fue un éxito rotundo, dejando una marca duradera en los seguidores y en la historia del rock.


Redactora: Juana Mendoza

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